Si hay personas a las que se debe tener bien lejos, es a aquellas que carecen de opinión propia y se escudan en el pensamiento, criterio o comentarios de otra gente para cuestionar, reclamar o debatir ideas y argumentos.
"No lo digo yo... lo dice el fulano de tal" es la frase a la que recurren regularmente para lanzar la piedra y esconder la mano.
Lo que no se imaginan es que todos quienes les ven, escuchan o leen se dan cuenta de la paupérrima personalidad que ponen en evidencia con esta actitud.
Y lo peor de todo es que entre este tipo de personas hay quienes quieren llegar a algún cargo de elección popular. ¡Dios nos libre! Pues si hoy se escudan en la opinión de terceros; si llegan al poder se esconderán detrás de sus testaferros y tapaderas para hacer de las suyas.
¡Cuidado con estos fariseos, falsos profetas y sepulcros blanqueados! A este tipo de individuos hay que tenerles de lejitos nomás...
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