De un tiempo a esta parte ha vuelto a mi mente el cuento de Pinocho el muñeco de madera al que le crece la nariz cada vez que miente.
Es que en Cuenca un par de políticos se ha dado a lanzar críticas y versiones dudosas sobre el proyecto tranvía, como queriendo sacar tajada proselitista echando cuestionamientos con ventilador.
Mientras unos hacen sus peroratas a diestra y siniestra, el alcalde Hugo Marcelo Cabrera Trabaja por todos los rincones de la ciudad y fiscaliza personalmente las obras del tranvía.
La diferencia sigue siendo el trabajo y eso es lo que marca una trayectoria de logros y ejecuciones de la actual administración municipal.
En cambio al otro lado están quienes recurren al lavado de manos y pretenden también lavar el cerebro a los cuencanos con base en pretextos, dimes y diretes e incluso mentiras que les delatan como los auténticos pinochos que tienen más de dos palmos de nariz.
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